Perdidos en medio de la inmensidad del páramo de Sumapaz, yacen los restos de lo que fue una prisión que funcionó como campo de concentración. Cuando cae la noche, los fantasmas atrapados en un ciclo eterno se despiertan. La historia y el pasado latente que lo habitaba emanan de sus muros como un ejercicio arqueológico de búsqueda entre las ruinas.